Uvas en la Puerta del Sol

Gente de todas partes de España viaja a Madrid la última noche del año para tomar las uvas frente al reloj de la Puerta del Sol. Las calles están abarrotadas de gente, que bien con pelucas o con sus mejores galas, dan la bienvenida al nuevo año brindando en el kilómetro cero de la capital. El resto de madrileños, lo hacen en sus casas, tras una cena familiar. Los que quieren celebrarlo por todo lo alto, después de media noche salen de fiesta. Es tradición en Madrid es desayunar chocolate con churros el primer día del año.

El día 31 suele empezar con las compras de última hora. En la céntrica calle Preciados no cabe un alfiler. Muchas familias dedican esa mañana para hacer las últimas compras para la cena familiar. Lo más habitual son los langostinos, acompañando al fiambre, las gulas, o el salmón. Cordero o besugo como plato fuerte, y de postre las bandejas de turrones y polvorones. Se trata de que nada falle para terminar bien el año. Las tiendas permanecen abiertas hasta medio día. También hay quien ha olvidado algún detalle para el traje de fiesta, o la tradicional purpurina para brillar en la primera noche del año y han de  ir a comprarlo.
Hay gente que prefiere comenzar a celebrar el fin de año desde por la mañana. Las calles del centro están repletas de gente, y todos los bares. En la Plaza de Santa Ana, los camareros del bar “El Punto” no dan a basto. Todas las mesas están ocupadas, y apenas se puede llegar a la barra con toda la gente que hay. Hay un barullo que sólo parece comprensible en un día como ese. Gloria Rodríguez canta villancicos sin cesar, usando el botellín de cerveza a modo de instrumento musical. Sus planes para la noche, salir hasta que aguante: “Estamos de celebración desde medio día. Esta noche yo cenaré con mi familia en casa, y después de las uvas saldré con mis amigas, hasta que el cuerpo aguante”. Pero hay gran variedad de planes para la noche. La mayoría de discotecas en Madrid organizan cotillones con barra libre, música, e incluso desayunos, para los cuales conviene comprar la entrada con bastante antelación. El precio puede ir de los 50 euros, hasta los cien en muchos casos. El tipo de gente, depende de la discoteca que lo organice, pero hay oferta para toda clase de gustos y edades. También los bares están abiertos, como opción más económica, aunque hay demasiada gente, y llegar a la barra supone una tarea difícil. Las chicas preparan los vestidos de gala, y los chicos los trajes, para recibir elegantes al año nuevo. Todas las tiendas aprovechan sus escaparates para ofertar trajes y vestidos, desde finales de Noviembre.
En toda España es tradición, después de la cena, tomar 12 uvas al ritmo que marcan las campanadas. Todas las televisiones nacionales , ya sean públicas o privadas, conectan en directo con el reloj de La Puerta del Sol la noche del 31. Los presentadores elegidos, vestidos con sus mejores galas, retransmiten las campanadas del último minuto del año, para dar paso después a galas musicales en diferido, con los cantantes y bailarines del momento, que animan a la gente que está en sus casas celebrando el fin de año. Pero para que nada falle, ya que todo el país está pendiente del reloj, se hacen ensayos previos. A media noche, la gente en la Puerta del Sol, ataviada con trajes o disfraces, brinda con cava tras comer las 12 uvas. Las calles del centro están llenas, y las churrerías, preparadas para servir cientos de desayunos con chocolate como marca la tradición.
El día 30 muchos jóvenes participan en los ensayos de Nochevieja . Son tres a lo largo del día, a las cuatro, a las seis y a media noche, en la misma Puerta del Sol. Es una buena ocasión para aquellos que tienen obligaciones el día de fin de año, y no pueden salir, celebrarlo el día de antes. Luis Hinojosa, de 23 años, está preparado para el ensayo, leyendo el guión: “Nos entregan un guión con lo que tenemos que hacer mientras ellos preparan las cámaras y prueban el reloj.” Vestidos como lo harán el 31, la gente hace cola mientras los organizadores del Ayuntamiento reparten las uvas, matasuegras, pelucas, y copas de champán para todos.  Se trata de que el reloj no falle y las cámaras de televisión practiquen los mejores planos para el día siguiente.
Como plan alternativo a los cotillones, se presentan los teatros. El Calderón, entre otros, ofrece durante la última  noche del año sus mejores musicales, como “Hoy no me puedo levantar”, “Fama” o “Los productores”, para celebrar la Nochevieja con su público. Aunque ya no es muy habitual y se ha ido perdiendo, antiguamente era una tradición muy extendida lo de tomar las uvas en el teatro. Las obras de teatro que se representan en una noche como esa son únicamente musicales, los más triunfantes, que quieren brindar con el público por los éxitos conseguidos durante el año. En el entreacto actores y público toman las uvas, y brindan con cava. El precio, oscila alrededor de los 120 euros.El día de Nochevieja es también esperado en Madrid por la famosa maratón San Silvestre Vallecana , que aúna el ambiente festivo y el deporte para despedir el año.
A pesar de la gran variedad de opciones que hay para pasar la Nochevieja en Madrid, hay quienes prefieren salir de la ciudad en estas fechas. Son muchos los que aprovechan las navidades para esquiar. El destino más solicitado son los Pirineos. Tomar las uvas en una casa rural en plena montaña catalana, supone una perfecta alternativa para aquellos que quieren huir de la masificación que sufre la capital en estas fechas.